En la actualidad, las empresas ya no se enfocan únicamente en generar ganancias; también buscan tener un impacto positivo en la sociedad. Modelos como la triple cuenta de resultados, que equilibran los beneficios económicos, sociales y ambientales, están ganando terreno. Los clientes y empleados valoran cada vez más a las compañías que actúan con propósito y responsabilidad.
Un estudio de Edelman y Young & Rubicam reveló que el 87% de los consumidores en el Reino Unido espera que las empresas se preocupen tanto por su impacto social como por sus ganancias. Además, más del 70% prefiere comprar a marcas alineadas con sus valores. Esto demuestra que integrar el bien común en la estrategia de negocio no es solo un gesto ético, sino también una decisión acertada desde el punto de vista comercial.
Según Deloitte, el 62% de los líderes empresariales a nivel global ya está priorizando la conexión entre los beneficios sociales y la rentabilidad. La sostenibilidad empresarial y la sostenibilidad social están ahora profundamente entrelazadas. Esta visión es respaldada por líderes como Punit Renjen, CEO global de Deloitte, y por cerca de 200 directores ejecutivos de grandes empresas que firmaron una declaración comprometiéndose con un modelo de negocios más amplio e inclusivo.
Las cifras lo confirman: 7 de cada 10 empresarios afirman que sus iniciativas sociales han fortalecido la relación con sus clientes, la mitad cree que estas acciones han diferenciado su marca, y más de un tercio reporta mayor compromiso del equipo. Además, las prácticas sostenibles reducen costos operativos, y las inversiones en bienestar y comunidad suelen traducirse en mayor productividad y lealtad.
Tener un propósito claro también fortalece la cultura organizacional. Cuando los empleados sienten que su trabajo tiene un impacto positivo, están más motivados, comprometidos y dispuestos a permanecer en la empresa. A su vez, las compañías con propósito tienden a atraer talento afín y a crecer más rápido que sus competidores.
Como dijo Sir Richard Branson: “La manera en que tratamos al mundo refleja nuestra humanidad y nuestra conciencia.” Incluir el bien común en tu empresa no solo mejora tu negocio; transforma tu equipo, tu entorno y tu vida. Hacer el bien no solo es bueno para los negocios. Es bueno para ti.